Camina enhiesto,altivo,arrogante,
sin bajar la mirada ante la concurrencia,
lleva en sus manos un escapulario,
en su alma su tórrida dolencia.
Es la despedida,
el beso postrero,
el que en esta vida llevara su marca,
el que quiso darle al nacer el alba.
Camina sombrío, esparciendo áuras,
de sus ojos manan sales de cristal.
Es el adiós póstumo a quien tanto amaba
aunque el secreto muera entre los dos.
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