La lluvia de mi alma golpea lentamente
ensombreciendo acaso, ventanas de mi mente.
Caminan sigilosos los recuerdos
de tu cuerpo ardoroso enredado en mi cuerpo.
Tu beso por mi espalda va corriendo
remontando el pasado en mi triste pensamiento,
esculpiendo con la seda los momentos
que en noche de insomnio de a dos se iban tejiendo.
Esparcidas por la sombras nuestros cielos,
dibujando las figuras que rodaban por el suelo
noche a noche escondidas en penumbras
al arrullo sigiloso de la luz de un cigarrillo.
Desandando los recuerdos que me habitan
aparece tu estampa con el dolor que me grita.
Poco a poco fui perdiendo la esperanza
de tenerte nuevamente en la historia de mi danza
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