Moría la tarde en el mar,
las gaviotas besaban por ùltima vez
las cristalinas aguas...
alli estabamos... tù... yo
emprendiendo la mejor cabalgata.
Tus brazos me rodeaban
infintos, mezclandonos como cielo y mar...
en un intercambio de amor.
Eras mi indòmito potro
yo tu amazona...
Empecè mi cabalgata...
mis piernas rodearon tu cintura
mientras tu boca y la mia se encontraban,
tus manos aferradas a mis muslos,
en tus espalda... mis uñas clavadas...
Las olas mecian acompañando mi dulce cabalgata,
tu mùsculo me sostenia,
muy adentro aferrada...
Fue la mejor cabalgata...
los cabellos fueron riendas
a las que nos aferrabamos
los gemido eran ecos
de cada paso que daba.
Alli nos hallo la luna
para bañarnos de plata,
cabalgar sobre tu cuerpo
en esa playa dorada.
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