Despierta el amor en su capullo
saliendo cual crisálida a la vida,
encontrando la piel de amaneceres,
deshilando el devenir del querer.
Es el anhelo que llama nuevas eras
el despropósito del amor y el poder,
es el esqueleto de la soledad que se aleja
despertando un hado de miel.
Es el beso que acaricia, que envuelve,
el tener el sabor del placer,
es despertar un sueño junto a otro,
es desalojar viejos pudores del ayer.
Despierta el amor de su letargo
al arrullo de tu mano y de tu ser,
despierta al trino de las aves
que anuncian el comienzo del renacer.
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