viernes, 1 de octubre de 2010

LEÑO Y FUEGO

Fue mi cuerpo leño ardiente


en las llamas de tus besos,

fue tu flama que encendía

poco a poco los deseos.



En la entraña de mi tierra

tú dejaste tu semilla,

recorriendo sin lìmite tu cuerpo,

gota a gota te fui bebiendo.



Los ocasos encendieron

el mas rojo de los fuegos,

transpirados...enredados

en el mas dulce de los juegos.



Esparcidas por el piso nuestra ropa,

testigo mudo de nuestro encuentro,

hilbanabamos la noche y la mañana

aunando el sentir de nuestros cuerpos.



Clavaste la lanza una y mil veces,

desahogando mis gemidos mas intensos,

solte amarras en el puerto de tu cuerpo,

levaste velas en mis mares, en el centro.



Fluyo como el fuego libre y fuerte,

la intensa pasiòn devoradora,

tu carne y la mia desoyeron

el llamado que nos dió la aurora.



Dejamos que el incendio continuara,

para apagarlo nos sobraba tiempo,

en fuerte llamaradas nos quemamos

rociandonos con el nèctar de los sueños.

1 comentario:

  1. lindo poema... ahora te sigo y me encanta tu toque poetico... espero y tu tambien me visites.. besos

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