Cuando en las noches mi nombre recuerdes,
cuando furibundas lágrimas veáis,
cuando el desvelo tenga mi nombre
en algún espacio me encontrarás.
Le dirás al viento que es mi amigo
que de mi ausencia ya no hable más,
pedirás clemencia por tu desatino
cuando mi fantasma comience a acechar.
Inundado esferas de sonrisas huecas,
alquilando humores que ya no tendrás,
te pondrás el traje de hombre decente
a quién ninguna mujer puede abandonar.
Será tu mentira bandera en alto
enarbolada como tu verdad…
más sabes amante de tiempos pasados
que me he ido lejos para no regresar.
Vestirás de lánguidas rosas tu cuarto
-en ese refugio que era mi lar-
pronunciando en vano mi nombre profano
que por ti en el fango se ha ido a manchar.
He salido altiva de tu sucia trampa
-creo que jamás podrás perdonar-
Que luego de hundirme en el lodo
Sin mácula alguna me pude marchar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario