viernes, 8 de septiembre de 2017


Así como mis latidos repetían tu nombre,
así como mis manos dibujaban tu cuerpo
y mis labios sedientos imaginaban tus labios,


Así como mis sueños soñaban tus sueños,
y mis lágrimas al rodar repetian
que me habías olvidado,
mis deseos gritaban: ve a buscarlo.

No se muere el amor por un olvido,
no se mata en la mente lo vivido,
ni se pueden ahogar en una copa de vino
el te quiero que surge con solo nombrarte.







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